Se parte del estudio de los mejores cuestionarios para medir la competencia ALFIN y de los recursos contenidos en el Portal ALFINTRA, orientado a la formación en alfabetización informacional de traductores e intérpretes. Se decide tomar como base de trabajo para elaborar el banco de preguntas el instrumento ALFIN-HUMASS, aplicado al ámbito de Humanidades y Ciencias Sociales, el portal ALFINTRA y el portal ALFIN-EEES.
Como resultado, las competencias se clasificaron en cuatro grandes áreas:
Por supuesto, el modelo no se implementa en abstracto, sino con especial atención al medio en el que se efectúan hoy en día los procesos que lo componen, y que es un entorno completamente mediado por la tecnología.
Así, la competencia de búsqueda tiene que estar referida a la recuperación en bases de datos, catálogos automatizados y motores de búsqueda. En segundo lugar, la evaluación de la información tiene que atender a las peculiaridades de la Internet, que ofrece una información riquísima, pero desbordante, y democrática, pero necesitada de contrastación cuidadosa. En tercer lugar, el tratamiento de la información, sin descuidar en absoluto los procesos intelectuales de análisis y síntesis, debe hacer uso intensivo de las tecnologías adecuadas, especialmente de los gestores de bases de datos y los procesadores de información factual, textual y gráfica. Finalmente, la comunicación y difusión de la información debe enseñarse no sólo en sus aspectos psicosociales, sino también tecnológicos, con especial atención a la edición de textos, presentaciones y multimedia, y al aprovechamiento de la Web 2.0.
A grandes rasgos el proceso es el siguiente:
El alumno identifica una laguna en sus conocimientos, que se puede objetivar como una necesidad de información, e inicia el comportamiento de búsqueda de la información. Para ello, necesita conocer fuentes de información y cómo interrogarlas. Es, evidentemente, la fase de búsqueda de información.
Una vez obtenidos los recursos de información que considera potencialmente relevantes, debe ser capaz de evaluar los mejores recursos y de organizar su estudio conforme a su nivel de partida y tiempo disponible. Se trata de la fase de evaluación de la información.
A la vez, debe codificar ese conocimiento en información mediante herramientas de tratamiento de la información: catalogando, clasificando y resumiendo los recursos con ayuda de un programa de gestión bibliográfica personal de cara a su control y utilización futura; extrayendo contenidos y datos; y sistematizándolos mediante bases de datos, hojas de cálculo y programas estadísticos. Como resultado del análisis y síntesis de los datos, alcanza un estado de conocimiento respecto a la fase de información. Estado de conocimiento que logra gracias a procesos de análisis de contenido apoyados en el uso de herramientas de tratamiento de la información y su objetivación en ficheros externos, como bases de datos y apuntes semiestructurados. Se trata de la fase de tratamiento de la información.
Por fin, el alumno tiene que comunicar el conocimiento adquirido oralmente y mediante documentos de forma adecuada a la audiencia. En particular, tras un proceso de organización de la información, de síntesis y de análisis de sus objetivos comunicacionales, debe ser capaz de redactar documentos orientados al trabajo en grupo dentro de proyectos y organizaciones, a la divulgación, a la comunicación académica y a la enseñanza. Y debe ser capaz de hacerlo en cuantos más idiomas mejor y con el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
El prototipo INFOLITRANS-TEST consta de dos cuestionarios auto-corregibles con informes globales y parciales de cada una de las competencias. El sistema ofrece cuatro cuestionarios con dos niveles —básico y avanzado— y dos modalidades de utilización: evaluación y aprendizaje.
El test es cumplimentado online por el estudiante y es evaluado por el sistema con respuestas tipo, ofreciéndole un informe detallado de los resultados obtenidos y de la posible propuesta formativa. Esa interacción del estudiante con el sistema permitirá detectar las necesidades y expectativas sobre cada competencia y proponer un itinerario de autoformación accesible y multinivel, que le ayude en la adquisición, desarrollo y entrenamiento de las competencias informacionales y tecnológicas fundamentales para el aprendizaje a lo largo de la vida.
Para proporcionar una retroalimentación rápida y automatizada se optó por proponer tests de opción múltiple. Y para reducir la carga cognitiva de los estudiantes se optó por un modelo de cuatro ítems y una sola pregunta correcta; de manera que el estudiante se familiarizara rápidamente con el formato del test y se centrara en resolver los contenidos propuestos.
El test es escalable en cuanto al número de preguntas potenciales, de manera que, utilizando un mecanismo aleatorio, el sistema propone tests distintos a diferentes alumnos y a un alumno en diferentes estadios de su formación, moderando artefactos como el reconocimiento de las preguntas anteriores o el comentario previo con estudiantes que han realizado el test previamente. De hecho, el prototipo dispone ya de un mínimo de tres preguntas para cada ítem del test y para cada uno de sus niveles (seis preguntas por ítem, tres por nivel).
El interfaz de usuario es amigable y sencillo. La pantalla de entrada al sistema proporciona una presentación del prototipo, un módulo de registro para los usuarios, el acceso a los cuestionarios y los datos de contacto. Las preguntas se presentan situadas en su competencia correspondiente y se puede navegar por las cuatro competencias y por las diferentes preguntas para cada una de ellas, de manera que el estudiante pueda desplazarse entre ellas y contestarlas en el orden que desee y repasarlas posteriormente. Conforme van siendo respondidas las preguntas, van quedado marcada en fondo negro.
El sistema ofrece como resultado un informe detallado para el estudiante tanto de aprendizaje como de evaluación, que detalla su situación, sus errores y aciertos y le propone recursos de calidad y alternativas para el aprendizaje.